nº 0: Macri en Río Ceballos
En helicóptero vos venís, en helicóptero también te vas a ir.
La visita de Mauricio Macri el pasado martes 5 de abril no pasó inadvertida. Ni para los Intendentes de la Unión Cívica Radical que se congregaron en un foro nacional, ni para la golpeada población de las Sierras Chicas. En el marco del escándalo por las empresas off shore, paraísos fiscales y demás yerbas, la visita de Macri dejó varios motivos para el análisis. La primera lectura que se puede realizar es el claro gesto político para el radicalismo, pieza clave en el entramado de Cambiemos. Más allá de este “mimo presidencial” muchas voces de la fuerza centenaria no titubearon en hacer conocer su descontento con el mandatario nacional. Del corredor de las Sierras Chicas, quien se hizo escuchar ante cualquier micrófono que anduviera suelto fue el Intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi. Su reclamo consistió en manifestar su preocupación ante la difícil coyuntura económica que atraviesa el país y, sobre todo, por la falta de un apoyo más contundente luego de las trágicas inundaciones de 2015. Con un dejo de bronca, Salibi dijo que no pudo expresarle todo esto al Presidente debido al malestar reinante en su entorno, que impidió tener un contacto más fluido con el mandatario. Además, el intendente hizo una fuerte crítica hacia su propio partido indicando que el radicalismo, más allá de cualquier coalición coyuntural, debe mantenerse con una fuerte identidad propia.
A medida que se acercaba el mediodía en el foro radical comenzaron a verse algunas caras importantes en el esquema del PRO local. Para Sierras Chicas la presencia del Diputado Nacional Héctor Baldassi y del Intendente de Villa Allende Eduardo Romero no pasaron inadvertidas. Sin declaraciones a la prensa pero sí a través de charlas informales, nadie hizo esfuerzos por ocultar el enojo profundo para con su líder. Ocurre que en el caso puntual de la Villa todos en la campaña explotaron la idea de Macri-Romero y su estrecha amistad como un augurio de prosperidad para esta ciudad, que lejos quedó de concretarse. En palabras de Nicolás García, Secretario de Gobierno de Villa Allende, a FM NEXO 93.9, no queda margen para dobles lecturas: “de Nación no nos han bajado absolutamente nada. Nos estamos manejando como podemos con fondos propios. La situación es muy compleja. Es hora de que nos escuchen.” El martes en Río Ceballos el contacto entre el Gato y su “amigo personal” no pasó más allá de un saludo de ocasión.
El Presidente pasó por Sierras Chicas y, salvo la alegría de algunos radicales por el gesto político, la sensación que dejó no fue la mejor. Ni para un sector de la UCR que trata de tomar vuelo propio por fuera del espacio Cambiemos, ni para dirigentes de peso de su propia fuerza política que no sienten un fuerte y claro apoyo de su líder, más allá de la pose para la foto. Ni hablar de la ciudadanía de nuestras localidades que a 14 meses de las inundaciones necesitan una respuesta de fondo a semejante problemática. Además del descontento social por las extremas políticas neoliberales aplicadas por este gobierno en poquito más de 100 días de gestión. Sinsabores de un gobierno que comienza a tener sus primeras grietas, por fuera y por dentro de su estructura.