Tal y como se mostraba en la encuesta que Aguatrae realizó a cada uno de los candidatos a intendente, los puntos de coincidencia son más que los de disidencia. Parque industrial, crecimiento hacia el este, descentralizar la ciudad hacia los barrios, dejar de ser una ciudad dormitorio generando empleo, entre otros, son los puntos de encuentro de todas las propuestas. El debate fue, por ende, más repetitivo que novedoso. Sin embargo, la propuesta impulsada por Radio Turismo nos deja varios datos (algunos) interesantes; varias perlitas para el recuerdo, y una percepción más clara de qué candidatos llegan a este domingo con una trayectoria que les permita asumir la investidura de mandatario.
Elecciones 2019 en Río Ceballos

Datos 

Hay datos que sorprenden. El primero, el crecimiento exponencial de un Río Ceballos que ha dejado de ser una villa serrana para convertirse en una más de las populosas ciudades que conforman el Gran Córdoba. Una de las cifras más llamativas aportadas por Paco Robles, quien estuvo a cargo de la introducción de los bloques temáticos y preguntas, es que el padrón electoral de la ciudad creció un 47% entre 2007 y 2019. Pasamos de 13.500 a 19.800 votantes en apenas 12 años. El dato no es menor si se evalúa qué tipo de relación mantiene este nuevo 47% en relación a la ciudad, a sus tradiciones, a su idiosincrasia política, a su manera de votar. ¿Piensan en ese abultado porcentaje nuestros candidatos o siguen ciñendo sus campañas y promesas a la antigua casta de nacidos y criados?

El segundo, la cantidad de autos que circulan por Río Ceballos. Este dato, también aportado por Paco Robles estima que entre 2010 a 2019, el parque automotor (teniendo en cuenta sólo los patentados en Río Ceballos) creció un 75%. El mayor incremento fue el de las motos. Hay aquí dos dimensiones de análisis: una, la señalada con justeza por Adrián Flores: la gente se mueve en auto o en moto porque el servicio de transporte urbano es malo, tiene poca frecuencia y es caro. Cualquier usuario de urbanos le daría la derecha. Dos, ¿cómo resolver la conectividad, la congestión del tránsito y el estacionamiento en una ciudad con esta cantidad de vehículos? Las soluciones se dividen entre los que bregan por estacionamiento tarifado, los que apuestan al cambio de sentido de las calles y los que reclaman mayor moviliario urbano (semáforos, rampas, bicisendas, etc.). Lo indudable: algo hay que hacer con la congestión del centro, para no seguir lamentando accidentes evitables y para que circular por la ciudad no sea un estrés.

Tercer dato fuerte: hoy somos 32 mil habitantes, se presentan 400 planos anuales, lo que promedia alrededor de 1.600 personas nuevas en la ciudad por año. Este dato, aportado por Eduardo Baldassi, da cuenta de una trayectoria de crecimiento que, quizás sin un ritmo tan vertiginoso (el Plan Procrear ya no es la opción razonable y masiva de casa propia que significó años atrás para tantas personas que optaron por construir en nuestra ciudad) se prevé continúe.  

Cuarto, pero primero en orden de importancia: en el Gran Córdoba, 5 de cada 10 niños son pobres. 1 de cada 10, son indigentes. Este dato, aportado por el INDEC pero recuperado en el debate por Adrián Flores, es una respuesta contundente al desconocimiento de causa del actual intendente. No se puede, al cabo de cuatro años de gestión, prometer un censo de merenderos y seguir cuantificando los bolsones entregados por el municipio. No pudo el intendente responder con números sobre la cifra de personas en situación de pobreza, La municipalidad no tiene ninguna idea de cuánto es el nivel de indigencia y pobreza, o cuántas personas están en situación de calle. Sólo sabe que reparte 250 bolsones y que eso no alcanza. Ante este dato espeluznante, ante la constatación de Juan Bonvín –quien, recordemos, también fue parte de la gestión actual- de que el 73% de personas declaran que no llegan a fin de mes, no es posible seguir prometiendo medidas paliativas. La única respuesta aceptable es la generación de empleo genuino. En este sentido, la vieja promesa del Parque Industrial vuelve a brillar como la llave más preciada para dar respuestas a la falta de empleo, a la exclusión, al incremento del delito, y a toda la larga cadena de consecuencias que ya conocemos. Pero, ¿puede un municipio como Río Ceballos encarar semejante obra sin el apoyo de la Provincia? El único candidato que puede ostentar un apoyo explícito desde la esfera provincial, más allá de las relaciones institucionales que cualquiera puede -aunque luego no cumpla- prometer, es Baldassi. 

Perlitas

Por fuera de esos datos duros y tremendos, con los que tendrá que lidiar quien salga electo el próximo domingo, el debate abundó en perlitas que quedarán en los anales de la historia política de la ciudad. 

Una de ellas le corresponde a Juan Bonvín, que casi en sintonía con el “Dicen que soy aburrido” del recientemente fenecido De la Rúa, aseguró: “No seré el candidato más carismático, pero sí soy el más capacitado”. Su sentencia le granjeó una buena cantidad de aplausos, por lo que el lema parece convertirse en el leit motiv de su campaña. 

Otra pertenece a la única candidata mujer, Silvia Ceballos, quien en su análisis sobre la invasión de moscas aseguró: “El control de las moscas empieza por casa”. Bueno, la frase no es tan descabellada si se piensa en las campañas de control de dengue que se llevan adelante desde hace años ya y por las que todos aprendimos que el control del mosquito empieza no generando condiciones para su procreación. De todos modos, quedó flotando en el aire la respuesta que le hubieran dado a Ceballos los habitantes de Barrio La Amistad, que sufren a diario una invasión insoportable de moscas.

El candidato más polémico fue, sin dudas, Carlos Centeno. Sus críticas filosas y sus comentarios ácidos desentonaron bastante con el clima de cordialidad y diálogo que primó en el debate. En su primera alocución, Centeno habló de “el club de los doscientos. Hacen de cuenta que hacen y gobiernan, cuando no hacen nada”, para referirse a la clase dirigente de la ciudad a la que él es, como bien lo admitiera, un recién llegado.  

El momento de mayor chisporroteo fue el cruce entre Albanese y Flores en relación all Centro de Salud de Barrio Loza. El actual intendente respondió que no se inaugura, “porque lo rompen”. Y claro, la respuesta obvia de su contrincante fue: “Pongan a alguien que lo cuide”.

Dos perlitas más: una, la pregunta retórica que una integrante del equipo de Albanese le hizo al intendente respecto al rol de la juventud: “¿Qué siente señor intendente en tener a la Juventud de su lado?”  Pregunta que Albanese aprovechó para reconocer el trabajo de Sabrina Valor, quien ha estado al frente de la dirección de Juventud durante su mandato. ¿Será que la misma Valor enunció la pregunta?

La última: las largas y nada ecuánimes introducciones de Paco Robles. La respuesta brillante y espontánea vino de mano de la locutora, quien utilizó la misma manera para callarlo que la forma en que marcaba el tiempo a los candidatos: “15 segundos”.

Así concluía esta instancia de debate que, aunque sin mayores novedades respecto a los posicionamientos y plataformas, nos dejaba una larga tarde de comidilla política. Algunos de los presentes recogerán los datos para una gestión que responda a las necesidades de la ciudad; otros se quedarán en el terreno del anecdotario hasta que se renueve el tiempo de elecciones.